Para los amantes de la tranquilidad y la serenidad, nada se compara con la experiencia de tener una playa paradisíaca completamente para uno mismo. Lejos del bullicio de las multitudes y el estrés de la vida cotidiana, estas playas aisladas ofrecen un refugio de paz y belleza natural, donde los visitantes pueden relajarse, rejuvenecer y reconectar con la naturaleza.
Es por eso que hoy, exploraremos siete playas aisladas en diferentes partes del mundo que ofrecen la oportunidad única de disfrutar de la arena, el mar y el sol en completa privacidad.
1. PETIT ST VINCENT, SAN VICENTE Y LAS GRANADINAS: UNA ISLA PRIVADA, PLAYAS DESIERTAS Y CABAÑAS CON TODO INCLUIDO
A través de sus extensas y exóticas tierras, esta montañosa y hermosa isla de 115 acres ofrece una verdadera sensación de escapismo. Barcos privados navegan hasta islas deshabitadas. Picnics en playas privadas. Cabañas con todo incluido y servicio de mayordomo privado. Íntima y remota, la energía que se respira aquí es de romanticismo y maravilla, ofreciéndole la oportunidad de desprenderse de las preocupaciones del mundo.
2. SUGAR BEACH, SANTA LUCÍA: CON CLASE Y ELEGANCIA, CON UN PASADO DE INGENIO AZUCARERO
Acunada por el mar Caribe y rodeada de innumerables manantiales volcánicos, Sugar Beach es el escondite caribeño perfecto desde el que contemplar espectaculares puestas de sol e hipnotizantes vistas del océano. Por no hablar de su envidiable ubicación junto a los Pitones, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Con salas de tratamiento en casitas en los árboles, bañeras con patas y suntuosas camas con dosel, Sugar Beach es sinónimo de felicidad caribeña.
3. THE BRANDO, POLINESIA FRANCESA: EXCLUSIVO, SOSTENIBLE Y ASOMBROSAMENTE APARTADO.
La propiedad más exclusiva de la Polinesia Francesa, The Brando, se asienta en su propia isla privada (llamada Tetiaora). Accesible únicamente por la compañía aérea privada de la isla, esta institución se fundó en la isla que compró el propio Marlon Brando. El complejo reduce al mínimo la obstrucción de la playa y hace un uso excepcionalmente inteligente de tecnologías sostenibles y neutras en carbono.
4. ISLA DEL LAGARTO, AUSTRALIA: PLAYAS PRIVADAS, DEGUSTACIÓN GASTRONÓMICA Y LA GRAN BARRERA DE CORAL
Esta isla privada cuenta con 24 playas y sólo 40 suites, cada una de ellas con su propio camino directo al mar. Cestas de picnic gourmet, el impresionante restaurante Anchor Bay, acceso a la emblemática Gran Barrera de Coral y oportunidades para practicar snorkel en el arrecife exterior. Un breve barco privado puede llevarle de la habitación al arrecife en un tiempo inmejorablemente corto.
5. CROACIA Y MONTENEGRO: CASCOS ANTIGUOS, BAHÍAS DECLARADAS PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD Y RINCONES PARADISÍACOS
Repletas de calas idílicas, chiringuitos de moda y un sinfín de oportunidades para mariscar ostras, las excursiones de isla en isla por Croacia y Montenegro encabezan nuestra lista de este año. Desde la belleza intacta de la bahía de Boka y su recién inaugurado One&Only Portonovi hasta los viñedos de Korčula, esta aventura por el Adriático es una mezcla de cultura, historia y mar.
6. ZURI ZANZIBAR: JARDINES TROPICALES, ARENAS SUAVES Y LA MEJOR PLAYA DE LA ISLA
Fusionando influencias de todo el continente africano y del océano Índico, Zuri es el epítome de la elegancia junto a la playa con sus 55 bungalows, suites y villas repartidos por jardines tropicales de especias. Divida su tiempo entre las orillas de la playa Kendwa de Zuri, el bar Dhow y su jacuzzi privado, todo ello entre el follaje tropical de la isla de Unguja. Zuri Zanzíbar parece un mundo aparte.
7. ONE&ONLY LE ST GERAN, MAURICIO: CULTURA MAURICIANA, DIVERSIÓN FAMILIAR Y COCINA CRIOLLA
La comida, la gastronomía y los festines son los protagonistas de este pedazo de paraíso familiar en el océano Índico. Con piscinas y cabañas privadas, caza del tesoro, ping-pong, snorkel y hogueras, se ha hecho todo lo posible para combinar un lujo envidiable con actividades y entretenimiento. Además, las influencias francesa y criolla de la cocina mauriciana están aquí en su apogeo.
Yuniet Blanco Salas
